La adolescente asiática estaba vestida para matar, llevaba una minifalda ajustada y un top escotado que mostraba su amplio escote y su vientre tenso. Llevaba el pelo largo y negro con rizos sueltos alrededor de los hombros. Sus ojos eran oscuros y luminosos, enmarcados por gruesas pestañas y una mancha de delineador.