Una joven canadiense en bikini se tumba en la cama dispuesta a masturbarse. Empieza a tocarse y a gemir suavemente mientras juega con su coño mojado. De repente recuerda lo bien que se siente cuando alguien la toca con los dedos. Así que se levanta y busca en Internet a un chico que puede hacérselo. Le dice que venga, que la está esperando. La chica va a su casa y empiezan a hablar sucio. El chico le pregunta si quiere que le meta el dedo, la chica le dice que sí, ¡pero que primero me haga correr!