Un grupo de mujeres están sentadas en un bar discutiendo sobre lo calientes y deliciosos que pueden ser los hombres chilenos cuando se trata de sexo. Deciden hacer una apuesta sobre quién puede chupar la mejor polla. Una de ellas sugiere que deberían encontrar a alguna tía buena en el club local y retarse a ver quién puede hacer la mejor mamada. Las chicas se dirigen a la discoteca y ven a dos chicos bailando juntos. Se acercan a uno de ellos y le ofrecen dinero si se deja chupar por todas ellas. Él acepta, pero sólo con una condición: que no se traguen su semen. Las chicas aceptan y empiezan a chuparle la polla por turnos mientras el otro lo graba todo. Después de que las cuatro chicas hayan tenido su turno, la última da un paso adelante, es toda una profesional y sabe qué hacer con su boca. Le hace una garganta profunda a lo largo de todo el pene y empieza a subir y bajar, haciendo que el tío gima más fuerte que antes. Finalmente, después de unos minutos, el tío se corre dentro de su boca y ella se traga cada gota como una campeona. Todas las chicas aplauden y la aclaman mientras él se limpia la cara con un pañuelo.