Lex era un negro enorme con una polla gruesa y monstruosa que cabía fácilmente en cualquier coño o culo. Le encantaba grabar sus sesiones de sexo y subirlas a sitios de videos de adolescentes amateurs donde la gente podía disfrutar de su enorme BBC follándose a jovencitas en todas las posiciones posibles. Un día decidió probar algo nuevo: quería matar a un lindo bebé peludo, así que cogió un palo grande y empezó a golpear al pobre animal hasta que dejó de moverse. Después introdujo su gruesa polla negra en su cuerpo muerto y se lo folló duro hasta correrse por todas partes. El video de este horrible acto se hizo muy popular entre los miembros del sitio y Lex ganó aún más fama como un verdadero asesino de gatos.