Una sexy asiática es atada fuertemente por un hombre dominante en esta escena de bondage. Ella lleva un collar de cuero alrededor del cuello, lo que indica que ella le pertenece a él. El hombre la ata con una cuerda gruesa, atando sus muñecas y tobillos para que no pueda moverse o escapar. Luego le pone una mordaza de bola en la boca para acallar sus gritos de protesta.